Qué es el revestimiento por conversión química
El revestimiento por conversión química es un proceso de tratamiento de superficies que crea una capa protectora sobre diversos metales, como aleaciones de acero, aluminio, berilio, magnesio y zinc. Este proceso implica reacciones electroquímicas o químicas que dan lugar a la formación de una capa superficial en la superficie del metal, que contiene un compuesto metálico.
Su objetivo es proporcionar una protección rentable contra la corrosión. Al crear una barrera entre el sustrato metálico y el entorno circundante, evita el contacto directo con agentes corrosivos, prolongando así la vida útil del metal y manteniendo su integridad estructural. También ofrece una superficie adecuada para el recubrimiento en polvo y la pintura. Proporciona adherencia para las capas posteriores de pintura o polvo, garantizando un acabado duradero y resistente. Esto lo hace especialmente valioso en industrias en las que la estética y la durabilidad son cruciales, como la industria de las placas de circuito impreso.
El revestimiento de conversión química preserva la conductividad eléctrica del sustrato metálico. A diferencia de los revestimientos no conductores como el anodizado, el revestimiento por conversión química permite la conductividad eléctrica, por lo que es preferible en aplicaciones en las que se requiere conductividad eléctrica, como en las placas de circuito impreso. Además, no requiere electricidad para el proceso de revestimiento, por lo que es más rentable que el anodizado. Esta ausencia de electricidad también permite una mayor flexibilidad en el recubrimiento de piezas metálicas de diversos tamaños y formas.
El revestimiento de conversión química puede aplicarse en diferentes colores o puede ser transparente, lo que ofrece opciones de personalización y mejora la estética del producto final.